Antiguamente las reuniones en las cuales había comida de por medio duraban mucho tiempo ya que los pasos y platos eran demasiados: canapés, entrada fría, entrada caliente, pescado, pasta, carne, quesos, postres (por nombrar algunos) y cada uno se acompañaba con su vino correspondiente. Se comía hasta reventar, los platos eran enormes y con mucho esfuerzo se llegaba vivo hasta el último.

Pero los tiempos han cambiado y los menúes actuales lejos están de parecerse a aquellos: ahora existen quizás la misma cantidad de platos pero llamados “menú degustación” donde uno come poco, pero realmente “muy poco” de mucho. Para mi gusto sin terminar de disfrutar en el fondo nada, porque por más que nos conviden con “sorbetes” especialmente ideados por el chef para “limpiar” el paladar hacia un nuevo sabor, cuando se llega al 4to o 5to plato entre sorbete, copa, sorbete, comida, sorbete, copa, agua nos olvidamos del primero. Y si mezclamos platos con cubiertos con algún que otro ”finger food” y uno no es experto en el manejo de toda la vajilla, lo único que va a pasar es quedar en evidencia.

Así que antes de pedir cualquier plato debemos  estar seguros que vamos a poder afrontar las “locas ideas” que crearon para nosotros los chefs del momento.

¡Hasta la próxima!

La imagen es ilustrativa: http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Canapes.jpg