Si se parte de agua fría, el caldo será más rico y nutritivo.
Salar las sopas al principio de la cocción, facilita la salida de los jugos de los ingredientes.
Un ramo de hierbas frescas o unas especias envueltas en una gasa (que después se retira) darán un sabor especial.
Para saborizar el caldo pueden incluirse desde granitos de pimienta hasta los descartes de los vegetales.
Espumar varias veces el caldo para eliminar las impurezas que se concentran en la superficie.
Para enriquecer una sopa, pueden agregarse al servir tostadas, cereales, trocitos de distintos quesos o carnes e incluso mariscos.
Si estás buscando recetas de sopas, probá con estas:
Sopa de cebollas, bien económica
Sopa de zanahorias, ¡a puro color!
Sopa de bolas de Matzá, para el Sabbat
Sopa de puré de tomates y comino con emulsión de rúcula, bien gourmet
Olla podrida, ¡el hit del invierno!
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